lunes, 26 de marzo de 2012

El Sauce Blanco


A penas empieza a vislumbrarse el sol tras las altas laderas nevadas. El frio del invierno se ha ido apagando y retazos de jara y retama empiezan a poblar los caminos pedregosos que dan acceso al lago donde, en su quietud, solitario, se alza el Sauce.
Sus ramas ondean suaves bailando una danza con el viento, acariciado con dulzura las brisas matinales, desprendiéndose de este modo de las gotas de rocío que corretean hacia las verdes flores.
Hogar de aves, refugio de amantes furtivos, testigo mudo e impasible de un paisaje sobrenatural que ha cambiado desde que fuese semilla y tallo, lustros hace ya de aquello y el mundo sigue su recorrido inusitado frente al sauce, frente a sus ojos nudosos, ciegos y sordos.
Sí, se mantiene elevado, mirando al cielo y haciéndole una reverencia para volver a acercarse al agua y la tierra del que un día brotó.
Fuerte y enérgico en su callada melodía diaria, mundo y ser invisible, con tantas historias que contar y pocos que sepan escucharlas.
Él es el Sauce Blanco

lunes, 24 de octubre de 2011

La verdad, mi parcela

Hoy y ahora, aquí, donde yo me puedo encontrar a mí mismo, conciliarme con mis palabras y pensamientos, vuelvo con una aportación que pretendo breve pero, eso sí que seguro, como ya es habitual últimamente en mi vida, REAL.
Palabras de quien siembra la duda, palabras cargadas de odio y rencor sobre mí, que ni me conoce ni me imagina, a tenor de lo que de vez en cuando tengo que desayunarme.
Yo no voy a hacer apologías ni críticas, tampoco me voy a dejar llevar por el estómago, que ahora me hierve por culpa de un malnacido que hizo (cuando yo no existía en su mundo) y sigue intentando hacer daño a quien AMO.
Y esque nadie que me conozca puede verter sobre mí acusaciones de difamar o malmeter contra un perfecto y convencido extraño, alguien que no deseo para nadie, ni para él mismo.
Amo a mi pareja y jamás siendo consciente le pretendería infidelidad alguna, ni de pensamiento, palabra, obra, omisión, bien carnal bien cualquier otro tipo terrenal o supra.
Le AMO con verdadera pasión por lo que me hace sentir, por lo que siento, por lo que siento que siente ÉL.
Sólo nos hace falta vivir cada día para saber lo que sentimos, lo que pensamos, lo que tenemos y lo que queremos.
Lástima me da aquel malnacido, que sólo se siente porque sólo está, porque sólo se ha buscado su cruento destino. Lástima absoluta, no le odio, me repugna, tanto que me hace desahogarme con el mundo, con nadie.
Mi mensaje es: ÉL me conoce y me AMA por lo que soy, por lo que le doy, por lo que le demuestro sin querer hacerlo, por lo que siente, por todo todísimo lo que me da, en definitiva por lo que TENEMOS.
Lo demás, son palabras vacías y negras

lunes, 23 de agosto de 2010

El mundo que no entendemos

- Se llaman tropismos

- Entonces ¿podría encontrarme mañana un arbol paseando por medio de la Plaza del Mercado?

- No Rodri, los árboles no van a pasear, al menos de momento.

- Pero tú me has dicho que las plantas evolucionan y que algunas tienen capacidad de moverse.

- El moviemiento en las plantas es distinto al de los animales, los árboles no necesitan caminar para vivir, al igual que nosotros no necesitamos echar raices.

- Pues la abuela siempre le dice al tío que va a echar raices en su casa...

- Jajajaja, estás en todo Rodri. Te explico. Los árboles, las plantas en general, echan raices para alimentarse, el alimento que ellas necesitan se encuentra en la tierra y las raices son como nuestras bocas. El tío es algo parecido, vive en casa de los abuelos, ellos le alimentan y le mantienen, pero el puede caminar y come por la boca, no con raices, porque el tío es raro, pero no come tierra, no crees?

- Pues ahora que lo dices nunca le he visto comer tierra, aunque sería divertido verle comer tierra como las lombrices jejeje.

- Las plantas se mueven para defenderse o para vivir mejor, como los girasoles, pero son movimientos breves, y como no necesitan moverse para comer o dormir, no tienen pies. Igual que el tío, vive bien con los abuelos jejeje.

- Pues me gustaba la idea de ver a los árboles pasear con sombrero y maletin jijiji.

- Los árboles al final son seres vivos y se mueven, sienten y se comunican, sólo que nosotros no lo hacemos igual que ellos.

- ¿Has oido hablar alguna vez a un árbol?

- Mira, ¿ves esa mimosa de la que hablábamos? tuerce sus ramas hacia una dirección determinada y mira, tiene unas flores abiertas en la parte de arriba. Eso nos dice que el sol le da durante más tiempo en esa dirección y llama a los pájaros e insectos con sus flores para que se posen sobre ellas y transporten sus...sus semillas Rodri, para que crezcan otros arbolitos como ellos.

- ¡Aaaaaaah! pues sí que son listos, además no se cansan andando.

- Sientate un día bajo un arbol, observalo y ve como el viento balancea sus ramas, escucha atentamente y le oirás hablar...te dirá susurros, pero si sabes ver un poco más lejos podrás entenderlo.

- Y luego le invitaré a pasear conmigo.

- Bien dicho Rodri.

martes, 19 de enero de 2010

El balanceo de las olas sobre la costa

Cada mañana suena la alarma a la misma hora, el despertador que hace tiempo sustituí por mi movil de última generación ha dejado un espacio vacío que ahora llena el polvo, pero éste cumple sus funciones. Por las noches lo apago siempre pero tiene una memoria interna que, aún apagado, hace que suene y con su zumbido, mi amanecer.

Recorro somnoliento el trecho entre mi cuarto y el baño y tras los acontecimientos de todos conocidos me aseo, dejando para el final una inmersión del rostro en agua fría, de este modo empiezo a ser persona y mi cerebro deja de funcionar a trompicones para ejercer al pleno rendimiento que la naturaleza me ha otorgado, sin duda no fui de los grandes afortunados, sólo uno más.

Café templado, cortado y con sacarina, de pie, en la cocina solitaria donde, sobre la mesa, yace el tazón y la fruta que mi padre ha dejado colocado para mi madre antes de irse a trabajar. Hoy mi padre tenía clase a primera hora y mi madre (ambos en edad de jubilación pero distinto estado) se levantará un par de horas más tarde para adecentar la casa y salir a la compra. Para entonces ya estoy vestido, mi cerebro aun trabaja en impulsos inconexos.

Cojo mi móvil, mi bolsa del curro, las llaves del coche y la cartera - "No me dejo nada", pienso en voz alta mientras me palpo los bolsillos, abro la puerta y llamo al ascensor mientras vuelvo a revisar todos mis útiles.

La calle repleta de rostros anónimos haciendo fila detrás de sus bufandas ante las puertas del Inem. Cruzo la calle, peatonal, y me adentro en el garaje pensando en lo que puede rondar la cabeza de todos esos ojos que, desde su fila aún dormida, me observan en silencio y quietud.

Último piso, cada día se me hace más corto el tramo de escaleras. Mi coche en la ultima plaza, me quito el abrigo con las llaves puestas en la cerradura, abro la puerta trasera y dejo la cazadora y la bolsa, quito las llaves, entro, arranco y me pongo el cinturón. La radio aún no tiene suficiente onda así que me llegan a "cachos" las cosillas de "Anda ya", la radio parece que funciona como mi cerebro.

En el último giro de las rampas pulso la tecla del mando de la puerta del garaje, así cuando llegue ante ella estará abierta. Otra vez los mismos ojos de antes, que controlan que salga del garaje, ya pasaré a perderme en los resquicios de su memoria que aguardan otros acontecimientos.

La radio ya funciona y hoy he salido 2 minutos antes, creo que no habrá mucho tráfico y me libraré de los coches en doble fila, que dejan los padres en las aceras frente a los colegios, hasta la salida de Logroño.

Los mismos desvíos, los mismos pueblos. Hasta Sotés no soy consciente de que mi destino está cerca.

Aparco donde siempre, ajustado a la pared para dejar paso a otros vehículos que pasen por la estrecha calle en la trasera del edificio donde trabajo.

Salgo del coche y pienso que hoy será diferente, sí señor, hoy tengo muchos planes por cumplir.

...Ya son las 10, me bajo al café; el cartero, el cura, los de la oficina de información y las del pueblo. Buenos días Oscar, me siento en la banqueta y sin mediar palabra ya tengo mi café delante, gracias Oscar.

Hoy Carlos viene antes, mejor me voy por si no trae las llaves. Sí las trae, así que tras las anotaciones que tenía que comentarle vuelvo a bajar al bar donde a penas tengo tiempo de decir hasta mañana, no quiero estar demasiado rato.

...Ring, Ring... - "¿Coges o cojo?" - Ya cojo yo.

...Por fin la hora, - "Me voy Jesús, hasta mañana, ¿has traido las llaves?"

*...Retorno a mi casa deshaciendo el camino que hace ya varias horas he recorrido...*

- "Mamá ¿Qué hay para comer?...estaba rico" (uno ha sido cocinero y sabe apreciar el esfuerzo de preparar el menú diario).

Mis platos en la pila y hoy hay tiempo para siesta...

Hoy será diferente, tengo mucho por hacer...la verdadera historia comienza aquí, la tarde, la vida me espera...

...Apago la luz, -"Buenas noches", me digo a mí mismo.

viernes, 8 de enero de 2010

El cumplimiento divino

Hace ya largo tiempo que, cada mañana, cumple con su cometido. No hay descanso posible en su trabajo, ni sustituto capaz de seguir su camino. El dios Horus-Re, señor absoluto de la Enéada ha insuflado en su cuerpo Su espíritu, transformandolo en el único capaz. Le ha bendecido y castigado en una vez, le ha hecho merecedor de su nombre, aquel que sólo él conoce, el del Señor Khepry-en-re, el escarabajo que cada mañana empuja al sol a lo largo de la bóveda celeste y aleja las sombras de nuestro mundo para lanzar la luz de los Dioses, que nos observan y guían, en el devenir de nuestra historia.

Sus patas están cansadas y abrasadas por el calor del astro rey, sus ojos cegados por su claridad y sus oidos sordos de sombra, pero sólo él conoce el trayecto y por siempre jamás será guía y soporte de la estrella más imponente del cielo.

Sus pasos son lentos pero implcables y su afán roza la demencia, pero es consciente de que, si una mañana, su ánimo se desvanece será el fin de todo lo creado. La oscuridad se hará dueña del universo tras aposentarse en su cozarón. Pero su convicción es superior a lo comprensible, le guía el gran Dios que todo lo creó de sí mismo.

Pasarán las eras, siglos y centurias. Las viejas religiones serán olvidadas, pero el Gran Señor Khepry seguirá su camino incesante, su largo paseo imbuido de luz, la que el Gran Dios creó para los hombres en el inicio del universo y que jamás tendrá fin, como no lo tendrá el escarabajo que cada mañana vence las sombras con su persistente determinación de ser el único que vivirá por siempre.


lunes, 4 de enero de 2010

El orden alterno o el tiempo olvidado

Agitó sus alas blancas, entumecidas por el cansancio, antes de plegarlas junto a su lomo gris plata. Una noche de vigía y refriega era dura hasta para un líder como él, el Gran Dragón de las regiones gélidas, el Maestro Zenillion.

El tiempo de nobles alianzas quedaba lejos en la memoria de los trovadores y ya poco subsistía de los pactos de respeto y colaboración que se firmaron en el Valle de las Ilexindus. Tan sólo los grandes señores, dueños de los secretos de la magia, Hechiceros, Dragones y Xanas, lucharon por preservar los antiguos preceptos que asegurasen un equilibrio y la persistencia de la Humanidad.

Zenillion arrastró sus patas hacia las profundidades de su gruta. En el interior sólo le esperaba el fuego sagrado siemprevivo junto al que encontraba descanso plácido, pero aquella jornada la vigilia no sería más que una leve duermevela, pues el mensaje expuesto en el Triángulo Equidistante era más preocupante de lo que venía siendo habitual.

Su familia había partido junto con sus hermanos dragones dejando el vasto territorio terrestre en dirección al reino de las nubes, donde olvidarían para siempre al resto de especies y vivirían en paz junto a los suyos. Pero para Zenillion aún quedaba esperanza, el tiempo de los cultos a la naturaleza y sus fuerzas vitales no estaba totalmente olvidado y los antiguos lazos mágicos no habían desaparecido del todo.

Zenillion, al igual que el Señor de los Hechiceros del Gran Norte y la Dama de las Xanas del Bosque Vivo, sabía que la única esperanza de los humanos residía en su categórica lucha contra las leyes oscuras impuestas por mentes corrompidas, que la única esperanza residía en la fe y la absoluta convicción de que la naturaleza humana no había alcanzado el punto de no-retorno.

Con todos estos pensamientos en su corazón se anunció el sol por el horizonte y sus escamas se endurecieron hasta convertirse en el más duro diamante, ya no tendría que temer por su existencia hasta que volviera a caer la noche.

El lobezno de ojos dorados

Draga nunca se aleja de Dhiodor y éste comparte siempre alimento y bebida con su hermano lobezno.
En la noche Draga busca rocas elevadas donde poder subirse y aullar hacia donde dicen que se encuentra Lago Etéreo. Su cuerpo se tensa, su cola se encrespa y su aullido melodioso se puede escuchar en los alrededores, pero no es un aullido triste ni feroz, es un canto que hace que te relajes mientras susurra en tus oídos. En esos momentos Dhiodor se pone de cuclillas a su lado, con su vara postrada a su diestra y entona un canto armónico con su hermano Draga.