lunes, 23 de agosto de 2010

El mundo que no entendemos

- Se llaman tropismos

- Entonces ¿podría encontrarme mañana un arbol paseando por medio de la Plaza del Mercado?

- No Rodri, los árboles no van a pasear, al menos de momento.

- Pero tú me has dicho que las plantas evolucionan y que algunas tienen capacidad de moverse.

- El moviemiento en las plantas es distinto al de los animales, los árboles no necesitan caminar para vivir, al igual que nosotros no necesitamos echar raices.

- Pues la abuela siempre le dice al tío que va a echar raices en su casa...

- Jajajaja, estás en todo Rodri. Te explico. Los árboles, las plantas en general, echan raices para alimentarse, el alimento que ellas necesitan se encuentra en la tierra y las raices son como nuestras bocas. El tío es algo parecido, vive en casa de los abuelos, ellos le alimentan y le mantienen, pero el puede caminar y come por la boca, no con raices, porque el tío es raro, pero no come tierra, no crees?

- Pues ahora que lo dices nunca le he visto comer tierra, aunque sería divertido verle comer tierra como las lombrices jejeje.

- Las plantas se mueven para defenderse o para vivir mejor, como los girasoles, pero son movimientos breves, y como no necesitan moverse para comer o dormir, no tienen pies. Igual que el tío, vive bien con los abuelos jejeje.

- Pues me gustaba la idea de ver a los árboles pasear con sombrero y maletin jijiji.

- Los árboles al final son seres vivos y se mueven, sienten y se comunican, sólo que nosotros no lo hacemos igual que ellos.

- ¿Has oido hablar alguna vez a un árbol?

- Mira, ¿ves esa mimosa de la que hablábamos? tuerce sus ramas hacia una dirección determinada y mira, tiene unas flores abiertas en la parte de arriba. Eso nos dice que el sol le da durante más tiempo en esa dirección y llama a los pájaros e insectos con sus flores para que se posen sobre ellas y transporten sus...sus semillas Rodri, para que crezcan otros arbolitos como ellos.

- ¡Aaaaaaah! pues sí que son listos, además no se cansan andando.

- Sientate un día bajo un arbol, observalo y ve como el viento balancea sus ramas, escucha atentamente y le oirás hablar...te dirá susurros, pero si sabes ver un poco más lejos podrás entenderlo.

- Y luego le invitaré a pasear conmigo.

- Bien dicho Rodri.